Las comarcas rurales de Navarra, y en especial zonas como Tierra Estella, concentran una amplia presencia de agricultores, ganaderos y trabajadores autónomos cuya actividad laboral depende directamente de su estado físico. En muchos casos, las condiciones de trabajo son duras, con jornadas exigentes, posturas forzadas, exposición al clima, maquinaria pesada o movimientos repetitivos. Y cuando la salud empieza a fallar, muchos de estos trabajadores se enfrentan a un problema serio: no pueden continuar con su oficio, pero tampoco conocen bien sus derechos.
Uno de esos derechos —y también una de las opciones más desconocidas— es la posibilidad de solicitar una incapacidad permanente cuando la enfermedad o lesión impide desempeñar el trabajo habitual. Esta figura legal no está reservada solo a los trabajadores por cuenta ajena: los autónomos también pueden acceder a ella, siempre que cumplan con los requisitos exigidos por la Seguridad Social.
¿Qué es la incapacidad permanente y en qué casos puede solicitarse?
La incapacidad permanente es un reconocimiento que concede el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) cuando una persona sufre limitaciones físicas o psíquicas que reducen o anulan su capacidad para trabajar. Puede derivar de una enfermedad común, un accidente laboral, una patología degenerativa o incluso de dolencias físicas acumuladas por el paso del tiempo y el tipo de actividad realizada.
En el caso de los agricultores, es frecuente encontrar dolencias osteoarticulares, hernias, problemas de columna, artrosis, trastornos musculares o secuelas por sobrecargas mantenidas durante años. Para los autónomos de otros sectores, el abanico es aún más amplio: desde enfermedades crónicas como la diabetes o la insuficiencia respiratoria, hasta patologías mentales o trastornos neurológicos.
Existen diferentes grados de incapacidad permanente, desde la parcial hasta la gran invalidez, y cada una da derecho a una pensión diferente.
Requisitos básicos para los autónomos y trabajadores del campo
Para solicitar la incapacidad permanente, se deben cumplir una serie de condiciones básicas:
- Estar dado de alta o en situación asimilada al alta en la Seguridad Social en el momento del hecho causante (cuando se produce la baja médica que deriva en la incapacidad).
- Haber cotizado un mínimo de años, salvo en caso de accidente laboral o enfermedad profesional, donde no se exige cotización previa.
- Que las limitaciones sean objetivas y estén debidamente justificadas por informes médicos, pruebas diagnósticas y evaluaciones clínicas.
En Navarra, muchos autónomos del campo cotizan en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos), y por tanto tienen los mismos derechos que cualquier otro trabajador, aunque en la práctica muchas veces no los conocen o no los ejercen por miedo o desinformación.
¿Cómo es el procedimiento?
El proceso puede iniciarse de forma voluntaria por el trabajador o ser iniciado de oficio por el INSS, tras una baja médica prolongada o a propuesta del tribunal médico. Una vez presentada la solicitud, el trabajador es citado para una revisión médica por el EVI (Equipo de Valoración de Incapacidades), que analiza los informes, revisa el historial clínico y emite una propuesta al INSS.
En un plazo de unos 135 días (aunque en la práctica suele alargarse), el INSS emite una resolución: favorable (se concede la pensión) o desfavorable (se deniega).
Si se deniega, es posible recurrir la decisión mediante una reclamación previa y, si esta también es desestimada, acudir a la vía judicial. En muchos casos, especialmente en comunidades como Navarra donde los servicios médicos están saturados y las resoluciones son generalistas, el recurso es clave para obtener el reconocimiento de derechos.
¿Por qué contar con asesoramiento legal especializado?
En zonas rurales o con una alta proporción de trabajadores autónomos, como ocurre en buena parte de Navarra, es frecuente que los afectados no sepan por dónde empezar. La solicitud de incapacidad requiere informes bien redactados, pruebas médicas precisas, conocimiento del procedimiento y, muchas veces, defensa ante un tribunal.
Por eso, conviene contar con el asesoramiento de abogados expertos en incapacidades, que conozcan tanto la normativa como la realidad práctica de estos procedimientos.
¿Qué hacer si ya te han denegado la incapacidad?
No es el final del camino. Muchos agricultores y autónomos en Navarra consiguen la incapacidad en vía judicial, tras haber sido denegada por el INSS. En estos casos, un abogado puede ayudarte a recopilar nuevos informes, redactar bien la demanda y defender tu caso ante un juez. Lo importante es no rendirse si realmente la enfermedad o la lesión te impide seguir trabajando.
Conclusión
La incapacidad permanente no es un privilegio, sino un derecho reconocido por la ley cuando el cuerpo ya no permite seguir en el mismo oficio. Para quienes han trabajado toda su vida en el campo o como autónomos, y ven cómo la salud les falla, informarse bien y actuar a tiempo es clave.
Si estás en esta situación o crees que podrías estarlo, no tomes decisiones sin asesorarte. En la mayoría de los casos, es posible estudiar gratuitamente si cumples los requisitos, y acompañarte en todo el proceso.