Francia es uno de los motores económicos del mundo y su cultura ha sido, desde los inicios de su civilización, de gran influencia en muchos sectores. Podríamos nombrar una infinidad de aportaciones como la lucha por los derechos humanos, una larga lista de escritores célebres y estilos artísticos, algunas obras de arte que han marcado la Historia o su buen trato de la gastronomía que ha traspasado fronteras. Pero en este artículo queremos desmarcarnos de estos aspectos y centrarnos en el entretenimiento, entendido en todas sus formas, donde los galos han tenido un peso muy importante.
No nos referiremos solamente al ocio más puro, como podrían ser las diferentes ofertas de juego existentes, sino también aquellas actividades que hacen que uno se entretenga y, en la actualidad, pase un tiempo de distracción delante de las pantallas. Hay ejemplos de todo tipo, desde las prácticas de casino que todo el mundo conoce hasta grandes competiciones que son mundialmente seguidas por los amantes del deporte. A continuación, entramos en todos los detalles.
Inventores de tres juegos de casino
Si hablamos de casinos y salones de juego físicos, rápidamente nos viene a la mente el de Montecarlo que, lejos de lo que muchos pensarán, no está en territorio francés. Está ubicado en el Principado de Mónaco, está considerado como uno de los salones referencia del mundo y uno de los más antiguos de la historia. Es indiscutible la influencia que ha tenido del país vecino, pues en él ha sido donde se fueron practicando por primera vez algunos de los juegos de casino más populares de la actualidad.
Una de estas prácticas que llevan el sello de origen galo es la conocida como “roulette” o pequeña rueda. Su origen data de la Edad Media, pero no fue hasta que el matemático Blaise Pascal inventó el mecanismo donde hacer girar la pequeña bola que se hizo popular. En la actualidad, es una de las actividades estrella en el campo digital con la ruleta online, que presenta las modalidades más conocidas a sus usuarios y destaca por la gran cantidad de apuestas que se pueden realizar en un solo clic con hasta un total de doce.
También nació en tierras francesas uno de los juegos más demandados ahora en internet: el blackjack. En sus primeros pasos, por el siglo XVII, su nombre ya desvelaba el objetivo a conseguir, “vingt-et-un”. La práctica era muy parecida a la actual, solamente con la particularidad de algunas de las apuestas realizadas con el croupier. De los casinos físicos de Francia pasó a los más importantes de Europa, y de allá a Nueva Orleans, en Estados Unidos, donde adoptó un nuevo nombre y dio el salto a la fama.
Muy parecido a la práctica anterior y con cierto debate sobre su nacimiento, destaca también el baccarat. Hay historiadores que lo ubican en el siglo XVIII en Italia, pero hay un gran consenso en que su origen fue galo. De hecho, la variante más conocida de esta actividad, “chemin de fer”, nació en los salones de juego franceses y consistía en hacer que la banca pasase de un jugador a otro. Era propio de las clases más acomodadas de la sociedad y no es de extrañar que fuera el juego favorito del glamuroso James Bond, personaje de la obra de Ian Fleming.
Videojuegos y cine, dos industrias de importancia
El país galo también es uno de los grandes productores de videojuegos, una industria que vive un buen momento gracias al auge y consolidación de los deportes electrónicos y la adaptación de contenidos para los dispositivos móviles. Son más de mil el número de juegos que se producen dentro de sus fronteras al año y, entre todas las compañías especializadas, cabe destacar Ubisoft, uno de los estudios más reconocidos y populares del mundo con sagas de títulos como Assassin’s Creed o Tom Clancy’s.
Los franceses, aparte de los juegos de casino, también dieron vida a una de las industrias más potentes y que cuenta con más adeptos: el cine. Los famosos hermanos Lumière, los creadores del séptimo arte, lo inventaron en 1895. Desde entonces, se ha hecho un gran esfuerzo para crear y producir títulos propios dotando de importancia a este sector. De hecho, ocupan las primeras posiciones tanto en producciones como en consumo de películas, ya sea en los cines o en las plataformas de contenido audiovisual, por detrás de Estados Unidos y los países asiáticos.
El deporte como entretenimiento
El deporte es otra manera de ofrecer entretenimiento entre la población. Aquí, los galos también tienen un peso muy importante. Fueron de los países en impulsar el fútbol como disciplina de masas y su impacto en la actualidad es muy alto, llegando a ganar dos Mundiales con el equipo nacional y situando a sus clubes entre los más destacados del mundo. También cabe destacar el trabajo hecho con el rugby, donde cuentan con una de las ligas más importantes y de las mejores selecciones; y el tenis, con torneos prestigiosos como Roland Garros. Eventos retransmitidos y seguidos mundialmente.
Incluso en los Juegos Olímpicos su impacto ha sido notable. Sí, esta competición multidisciplinar tuvo origen en Grecia, concretamente en Atenas, pero tal y como se entiende en la actualidad se debe al historiador francés Pierre de Coubertin. Este adaptó los antiguos torneos helenos a los nuevos tiempos, organizando un comité internacional y celebrando ediciones cada cuatro años con representación de diferentes países. Ya han acogido la cita en cinco ocasiones y con París 2024 ya serán seis.
Y terminamos con un deporte que va muy vinculado a una competición: el ciclismo y el Tour de Francia. La tradición de las dos ruedas está muy arraigada a Francia y, aunque había diferentes encuentros ciclistas, no fue hasta el nacimiento de la gran vuelta en 1903 que este deporte se fue haciendo popular. Se trata del evento que todo ciclista profesional quiere ganar alguna vez en su vida, llegando a los Campos Elíseos de París enfundado en el maillot amarillo; y uno de los eventos deportivos más seguidos del mundo a través del televisor.