Para llevar a cabo proyectos de construcción es necesario hacer cálculos muy exactos sobre el material que se va a utilizar. Es una de las maneras más seguras de garantizar que serán de buena calidad y además, tales cálculos permitirán optimizar al máximo los costes por un comedido uso de dicho material. Asimismo, con la adquisición de todos estos recursos se evita a futuro tener que detener el proceso por escasez de materia prima, lo cual ocasiona grandes problemas con respecto a la mano de obra y también al cumplimiento de los tiempos de entrega.
Para calcular metros cubicos de hormigon, que es uno de los materiales más populares en el sector de la construcción y las reformas, es importante tener en cuenta que la mezcla se compone de cemento, grava y arena en dosificaciones precisas.
Es decir, en el mercado hay disponibilidad de una amplia variedad de diferentes tipos de hormigón, cada una se caracteriza por tener una dosis específica de cada uno de estos elementos. De esta manera es como se va a determinar cuál es la porción adecuada, de acuerdo a donde se va a aplicar para así garantizar mayor resistencia y durabilidad.
Entendiéndolo de otra forma, la dosificación es básicamente equilibrar en su totalidad todos estos elementos con respecto al diseño y al tamaño de la estructura a construir.
¿Cómo calcular la cantidad de cemento por metro cúbico?
Dado que hay una amplia variedad de tipos de hormigón, la dosificación es un aspecto imprescindible a tener en cuenta. Se debe lograr el equilibrio correcto de cada uno de sus componentes cuando se hace la mezcla: cemento, arena, áridos y agua. La dosificación es clave y debe unirse de manera que se crea una pasta homogénea, que sea capaz de endurecerse.
Al comprar hormigon y dependiendo del nivel de resistencia que queramos crear en este, se necesitarán más sacos de cemento. Sin embargo, la experiencia en el sector ya tiene determinadas algunas medidas que se pueden considerar estándares. En tal sentido, se requieren aproximadamente 7 sacos de cemento para cimientos y superficies de garajes y terrazas y 8 sacos para estructuras más complejas como dinteles y vigas.
Cuál es la dosificación de los componentes de la mezcla de hormigón
Para que los cálculos y las cantidades de ingredientes de la mezcla de hormigón sean correctas hay que tomar en cuenta la cantidad de agua. Dicho elemento es el que le aporta maleabilidad a la mezcla, de manera que sea más fácil trabajar con ella y aplicarla. Además, al añadir demasiada cantidad de agua la resistencia del material disminuye y al secar no tendrá la dureza deseada.
De manera estandarizada ya se conocen cuáles son las cantidades que se necesitan de acuerdo a las dimensiones del espacio a cubrir. Por ejemplo, la mayoría de las empresas que venden sacos de cemento ofrecen un volumen de 25,4 litros, cuya densidad es de 1.378. En este caso en específico se hace referencia a los tipos de cementos clásicos más comunes en el mercado.
El volumen llega a un rango comprendido entre los 28 y 40 litros. No hay que olvidar que el cemento es un material granulado el cual se puede expandir cuando se está haciendo la mezcla. Igualmente, este volumen va a depender del tipo de técnica o procedimiento que se está ejecutando. Diversos estudios han llegado a la conclusión de que la densidad del cemento y otros granulados (grava y arena) puede ser de 1,2 kilogramos o más por cada litro de agua.
Por otra parte, la cantidad de agua va a variar según la humedad del terreno o suelo a cubrir. Igualmente, difiere según la calidad de los granulados que se van a añadir a la mezcla.
Es por ello que algunos albañiles utilizan la técnica de añadir agua en pocas cantidades a medida que van mezclando. Esto se hace de manera paulatina hasta obtener la textura deseada. Sin embargo, esta no es una técnica recomendable cuando se trata de grandes proyectos que ocupan grandes extensiones, porque lo más probable es que se consiga obtener un hormigón débil y se despilfarre material.