Un año después de las devastadoras explosiones en el puerto de la capital libanesa, un asombroso número de familias siguen necesitadas de ayuda. Desde entonces, el país ha estado en caída libre luchando contra una triple crisis: la económica, la política y la sanitaria debida a la pandemia de COVID-19.
Con ocasión del aniversario hace un año de las explosiones que destruyeron el puerto de Beirut y otros lugares de la ciudad, varios organismos de la ONU han hablado este martes sobre la precaria situación en que se encuentran muchas familias en el país.
Un estudio de UNICEF muestra por ejemplo que las necesidades de los niños y las familias afectadas siguen siendo graves.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia destaca que, tras la serie de explosiones originadas en el puerto, siete de cada diez hogares solicitaron asistencia básica y que casi todas esas familias siguen necesitando ayuda. La mayoría de las solicitudes fueron para pedir ayuda con dinero en efectivo y alimentos, una tendencia que sigue vigente.
Un tercio de las familias con menores de 18 años afirmó que al menos un niño seguía mostrando signos de angustia psicológica en su hogar. En el caso de los adultos, es casi la mitad.
Las explosiones destruyeron grandes extensiones de Beirut. Más de 200 personas murieron, seis de las cuales eran niños, mientras que más de 6500 personas, incluidos 1000 menores, resultaron heridas.
También arrasaron múltiples negocios y dejaron a decenas de miles de personas sin empleo, que actualmente tienen problemas para alimentar a sus familias y proporcionar la atención médica que necesitan sus hijos.
Reparaciones en las casas
La encuesta reveló además que casi todas las familias dijeron que sus hogares necesitaban reparaciones después de las explosiones, lo que sigue siendo el caso de la mitad de ellas un año después.
Cuatro de cada 10 hogares dijeron que su sistema de suministro de agua se vio afectado, y aproximadamente una cuarta parte dijo que la situación sigue siendo la misma en la actualidad.
El estudio de la agencia de la ONU se realizó en julio y se basó en entrevistas telefónicas a 1187 hogares.
Triple crisis
“Un año después de los trágicos acontecimientos, la vida de los niños sigue profundamente afectada. Eso es lo que nos dicen sus padres”, dijo Yukie Mokuo, representante de UNICEF en el Líbano.
“Esas familias han estado luchando por recuperarse de las secuelas de las explosiones en el peor momento posible, en medio de una devastadora crisis económica y una gran pandemia“, añadió.
“Desde la explosión, el Líbano ha estado luchando contra una triple crisis: económica, política y la pandemia de COVID-19. Esto amenaza con dejar a casi todos los niños del Líbano vulnerables y necesitados “, dijo por su parte Ted Chaiban, director regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte.
“Si el cambio, la recuperación y la rendición de cuentas no ocurren ahora, es posible que no ocurran en absoluto, llevando al país más al abismo y a un lugar sin retorno”, agregó.
Con motivo del aniversario, UNICEF hace un llamado a la acción, comenzando por hacer de los niños en el Líbano una prioridad máxima y garantizando que se respeten sus derechos básicos.
Llamada a la acción
También insta a los líderes libaneses a superar sus diferencias políticas y unirse para formar un gobierno centrado en poner al país en el camino de la recuperación. Y alienta además a las autoridades a que proporcionen justicia a las familias afectadas por la explosión y responsabilicen a los responsables.
“Mantener la prestación de servicios públicos a corto y largo plazo es clave para la supervivencia y el desarrollo infantil. Esto incluye la provisión de agua, de educación y de atención médica para todos, beneficiando directamente a los niños y las comunidades en general”, dijo UNICEF en un comunicado de prensa.
Sin embargo, esto solo puede suceder a través de una buena gobernanza y sistemas públicos que sean resistentes incluso a los peores choques y crisis, agregó la agencia.
Crisis del agua
“Si esos sistemas estuvieran en su lugar, no hubiéramos estado donde estamos con la crisis del agua, por ejemplo, donde el 75% de los hogares en el país están en riesgo de perder el acceso al agua. “
El Líbano también debe construir un sistema nacional de asistencia social sostenible, que incluya la prestación de asistencia en efectivo a las familias necesitadas, similar a un programa apoyado por UNICEF conocido como “Haddi” que está en vigor actualmente.
Finalmente, la agencia de la ONU pidió una investigación transparente y creíble para determinar la causa de la explosión, asegurar la rendición de cuentas por parte de los responsables y hacer justicia a las familias afectadas, incluidas las que perdieron a sus seres queridos en la tragedia.
Defender los derechos de las víctimas
Por su parte, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos también pidió rendición de cuentas por la profundización de la crisis en el Líbano desde las explosiones.
Michelle Bachelet subrayó la urgente necesidad de que el Gobierno garantice una investigación transparente, eficaz, exhaustiva e imparcial sobre el incidente, dijo su portavoz, Marta Hurtado, a los periodistas en Ginebra el martes.
“Inicialmente hubo un poderoso espíritu de solidaridad nacional ya que todos los elementos de la sociedad se unieron en respuesta y el Gobierno inició procedimientos judiciales. Pero doce meses después, las víctimas y sus seres queridos siguen luchando por la justicia y la verdad. Las investigaciones parecen haberse estancado, en medio de una preocupante falta de transparencia y rendición de cuentas”, dijo.
Hurtado agregó que la Alta Comisionada también instó a las autoridades a defender el derecho de las víctimas a un recurso efectivo y reparación.
“Una víctima, que perdió a su esposo, su hermano y un primo en la explosión, dijo que seguiría buscando la verdad hasta su último aliento. Las autoridades deben proseguir las investigaciones con el mismo ahínco”, añadió.
Reviviendo la educación
Mientras tanto, un alto funcionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) está en Beirut esta semana para conmemorar el solemne aniversario.
Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO, comienza el martes una visita de tres días para fortalecer los esfuerzos en curso para apoyar la recuperación del sistema educativo.
Las explosiones afectaron al menos a 85.000 estudiantes y dañaron unas 226 escuelas, 20 centros de formación y 32 campus universitarios.
Giannini visitará e inaugurará establecimientos educativos que la UNESCO ayudó a reconstruir. Estos establecimientos, Incluyen instalaciones en la Universidad Libanesa.
El Ministerio de Educación del Líbano encargó a la UNESCO que dirigiera la coordinación de todos los esfuerzos de rehabilitación sobre el terreno. La agencia de la ONU también está rehabilitando al menos 115 escuelas, 20 centros de educación y formación técnica y profesional, y tres instituciones de educación superior. Ya se ha completado el trabajo en 85 escuelas.
Alerta sobre la carestía de alimentos
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió por su parte que muchas familias en el Líbano tienen más dificultades que nunca para hacer frente a la catástrofe.
“En el año transcurrido desde las explosiones en el puerto de Beirut, la moneda se ha desplomado a una decimoquinta parte de su valor anterior y la inflación ha puesto los alimentos fuera del alcance de gran parte de la población”, dijo el portavoz de la agencia de la ONU, Tomson Phiri.
“En junio, el Programa ayudó a casi 400.000 libaneses vulnerables, unos 987.000 refugiados sirios y unos 21.000 refugiados de otras nacionalidades” para que tuvieran comida, agregó.
Fuente: ONU