Los videojuegos se han convertido en una parte fundamental de la cultura popular y la industria del entretenimiento. El mercado crece constantemente, haciendo que los videojuegos sean irresistibles para jugadores de diversas edades y experiencias.
Como resultado, muchos consumidores pierden la noción de cuánto tiempo deben (o deberían) pasar frente al teléfono, la computadora o la consola. Estas prácticas generan preocupaciones, especialmente entre los padres, sobre el efecto de los videojuegos en el desarrollo cognitivo de los niños.
Esto puede sorprender, pero los videojuegos pueden tener un impacto positivo en la atención, memoria y concentración de los niños, ayudándolos a mejorar sus habilidades para resolver problemas, el pensamiento estratégico y las habilidades sociales..
La influencia de los videojuegos en la atención
La creencia común es que los videojuegos pueden afectar negativamente la concentración y propiciar trastornos de atención. Sin embargo, un tiempo de juego moderado y controlado puede mejorar la atención de los jugadores. Diversos géneros, incluidos los juegos de aventura y de rompecabezas, requieren que los jugadores se concentren y sean más perceptivos.
Los videojuegos presentan estímulos visuales y sonoros. Los jugadores deben emplear sus sentidos, como la vista y el oído, para no perder ningún detalle que pueda influir en el resultado del juego.
Aunque forman parte del ámbito del entretenimiento, los videojuegos implican memorizar y analizar datos del campo de juego. Solo los jugadores completamente concentrados pueden extraer la información más importante y utilizarla a su favor.
El juego y el pensamiento estratégico
El encanto de los videojuegos radica en su imprevisibilidad. A diferencia de los juegos de azar, donde la suerte juega un papel crucial, los jugadores se basan en la lógica y en seguir el progreso del juego.
Los juegos multijugador, en particular, colocan a los participantes en una búsqueda constante de soluciones. Por ejemplo, deben observar las acciones del oponente, anticipar su próximo movimiento y crear una estrategia para superarlos.
También deben pensar de manera crítica y estar dispuestos a adaptarse cuando sea necesario. Esta habilidad puede beneficiar la vida cotidiana, especialmente en el entorno empresarial. Al final, evaluar los métodos establecidos, mejorar lo que funciona y cambiar lo que no, conduce al resultado deseado.
Los jugadores son buenos resolviendo problemas
Los videojuegos ayudan a establecer cómo abordar los problemas de manera efectiva. Avanzar en el juego, pasar de un nivel a otro y alcanzar la meta requiere pensar de manera innovadora y no temer tomar decisiones rápidas pero informadas para superar obstáculos.
Plataformas como CrazyGames ofrecen una gran cantidad de títulos en los que los jugadores pueden poner en acción su memoria de trabajo, otra función cognitiva positivamente influenciada por los videojuegos, para enfrentar los desafíos y salir victoriosos. Por ejemplo, los juegos de rompecabezas y de acción son ideales para permitir que tus habilidades para resolver problemas brillen.
El aspecto social de los videojuegos
Una de las mayores preocupaciones en torno al tiempo excesivo dedicado a los videojuegos es que puede causar aislamiento. Sin embargo, cada vez más juegos incluyen chat en vivo, lo que permite a los jugadores comunicarse entre sí.
Los videojuegos, especialmente las variantes multijugador, fomentan el trabajo en equipo, la cooperación y la comunicación abierta. Gracias a los avances tecnológicos y al internet, los jugadores ya no tienen que “limitarse” a jugar solo con amigos. Ahora pueden interactuar con jugadores de todo el mundo.
La soledad puede ser sanadora. Pero somos seres sociales, y la calidad de las relaciones que construimos en todas las esferas de la vida influye en nuestro bienestar general. Hoy en día, el mercado de videojuegos ofrece plataformas para crear amistades duraderas.
La moderación es clave
Las secciones anteriores ofrecen una nueva perspectiva sobre los videojuegos, en contraste con la opinión arraigada de que tienen un impacto negativo en el bienestar mental, emocional y social, especialmente en los niños. Sin embargo, por alentadores que sean los aspectos positivos de los videojuegos, no deben tomarse como un permiso para un tiempo de pantalla ilimitado, al contrario.
Establecer un límite de tiempo para los videojuegos es fundamental para una mejor gestión del tiempo tanto para niños como para adultos. Los videojuegos pueden no dañar las funciones cognitivas de los niños, pero no deben ser la única actividad en su desarrollo.
Los videojuegos deben ser una actividad divertida que practiquen ocasionalmente. Además, tanto niños como adultos necesitan estar físicamente activos. Anímelos a explorar diversas opciones de ejercicio o actividades deportivas para encontrar la que mejor se adapte a sus necesidades.
También se debe incentivar a los niños a leer libros y cómics. Deberían explorar el arte y considerar dibujar, pintar o tocar un instrumento. Cualquiera de estas actividades, combinada con unas pocas horas de videojuegos a la semana, contribuirá al desarrollo cognitivo. Lo importante es que será positivo.