El descenso notable de la cantidad de hematíes o eritrocitos en la sangre hasta niveles fuera de lo normal es un signo característico de la mayor parte de las anemias. Los hematíes bajos indican que existe muy poca cantidad de glóbulos rojos en la sangre y esto indudablemente trae importantes consecuencias sobre su salud.
El glóbulo rojo, conocido también como hematíe o eritrocito es portador de una proteína a la que conocemos como hemoglobina, que es la responsable de llevar el oxígeno procedente de los órganos del sistema respiratorio hacia los diferentes tejidos del organismo, y a su vez recoger en ellos el dióxido de carbono (CO2), trasladándolo hasta los pulmones que se encargan de expulsarlo.
Cuando desciende el número de hematíes o simplemente estos no están sanos, inevitablemente faltará la hemoglobina necesaria para trasladar el oxígeno a todas las células de su cuerpo y sufrirá de una afección denominada anemia, muy peligrosa si no es tratada apropiadamente.
Valores de hematíes bajos en sangre
Eritrocitopenia es el nombre que designa a los bajos niveles de hematíes en la sangre, siendo muy poco probable que se presente esta condición sin estar asociada a la anemia. Los valores normales o recomendados de hematíes se miden en cantidad de millones por micro litro (mill./µl) de sangre. En los seres humanos las cantidades son los siguientes:
- Hombres: de 4.5 a 6 mill./µl
- Mujeres: de 4 a 5.4 mill./µl
- Niños: de 4.1 a 5.1 mill./µl
Hay muchas razones diferentes por las que una persona puede tener hematíes bajos, entre las causas más comunes están:
1-Tener afecciones como:
- Anemia de células falciformes o talasemia.
- Anemia hemolítica.
- Aplasia medular.
- Anemia megaloblástica.
- Anemia ferropénica.
- Úlcera gastroduodenal.
- Pólipos.
- Cáncer de colon.
- Leucemia.
- Mieloma múltiple.
- Linfoma.
- Insuficiencia renal.
- Hepatitis C.
- Cirrosis hepática.
2- Tratamiento del cáncer, como radiación o quimioterapia.
3- Pérdida de sangre. Esto puede ocurrir por el sangrado de un tumor, sangrado de células cancerosas que ingresan a los vasos sanguíneos, sangrado causado por otras afecciones que producen por ejemplo menstruación copiosa, sangrado de una úlcera de estómago, intervenciones quirúrgicas o traumatismos, etc.
4- Falta de vitaminas o minerales en la dieta por una alimentación deficiente.
5- Niveles bajos de hierro en la sangre.
6- Problemas importantes de algunos órganos, tales como afecciones graves del corazón, los pulmones, los riñones o el hígado.
7- El cuerpo destruye los glóbulos rojos antes de que sean reemplazados o produce menos cantidad.
8- Medicamentos como agentes antiarrítmicos (quinidina), anticancerígenos (hidroxiurea), anticonvulsivos (hidantoína) y bacteriostáticos.
Síntomas
Como indicamos anteriormente, tener hematíes significativamente bajos son el principal motivo de la anemia, una dolencia que usualmente comienza con lentitud, por lo que es posible que no perciba ningún signo al inicio. A medida que su nivel de hemoglobina desciende, mayormente tendrá uno o más de estos síntomas que mencionamos a continuación:
- Latidos cardíacos acelerados.
- Frecuencia respiratoria rápida.
- Dificultad para respirar al esforzarse o hacer cosas simples como caminar, subir escaleras o incluso hablar.
- Mareos o aturdimiento.
- Dolor en el pecho.
- Es posible que presente hinchazón de manos y/o pies.
- Perdida de color de la piel, las uñas, la boca y las encías, se ven más pálidas de lo habitual.
- Cansancio extremo y fatiga.
- Dolor de cabeza (cefaleas).
Esta dolencia puede variar de leve hasta ser probablemente mortal, según su nivel de hemoglobina y la sintomatología que esté experimentando, pues algunos se pueden tornar más graves que otros. Por lo tanto, si presenta alguno de estos signos, es necesario que lleve a cabo un chequeo médico con prontitud.
Problemas que puede causar
La anemia puede afectar la calidad de vida de un individuo y se tiene certeza que aminora la posibilidad de sobrevivir de aquellas que padecen de cáncer. Los hematíes bajos pueden hacer que te sientas muy fatigado porque las células de tu cuerpo no reciben la cantidad de oxígeno necesaria y, en ciertos casos, la falta de este puede ser lo suficientemente grave como para poner en peligro tu vida.
Esta condición puede hacer que el corazón trabaje más, por lo que, si tienes un problema cardíaco, la anemia puede empeorar. Además, también puede provocar inconvenientes para respirar o disnea en labores simples y ordinarias, por lo que llevar una vida normal no será del todo posible.
En el caso de las personas con tratamientos especiales, por ejemplo, aquellas que tienen cáncer, presentar hematíes muy bajos puede alterar sus dosis de medicinas para combatir la enfermedad, siendo necesaria en algunas oportunidades la suspensión de los mismos. Incluso puede provocar que algunas terapias contra esta dolencia no funcionen tan bien como deberían.
Pruebas para detectar las causas de la anemia
Existen algunas pruebas a las que un médico recurre para determinar los niveles de hematíes en su sangre, por ejemplo, un hemograma completo (CBC). Es un examen que mide el nivel de hemoglobina y otros datos de los glóbulos rojos, permitiendo determinar no sólo la existencia de anemia, sino la razón que podría estar causándola.
En ciertos casos, un profesional de la medicina puede indicar otros exámenes que considere necesarios para ayudar a encontrar el origen de estos niveles anormales de hematíes. Estas incluyen:
- Pruebas de química sanguínea, estas permiten verificar el funcionamiento de los órganos y los niveles de vitaminas y minerales en el organismo.
- Conteo de reticulocitos o hematíes recién liberados de la médula ósea, lo que permite determinar cuántos glóbulos nuevos está produciendo su cuerpo.
- Examen de la médula ósea para chequear cómo está funcionando.
- Análisis de sangre para observar sus niveles de hierro, vitamina B12 y folato.
- Prueba de heces FOBT, para verificar la presencia de sangre en ellas.
Tratamientos para hematíes bajos
En general, para tratar los niveles bajos de hematíes, primeramente se debe determinar el origen y establecer el tratamiento en base a eso. Si se trata de individuos con enfermedades graves es posible que se recurra a terapia de hierro, transfusión de glóbulos rojos conocida por la mayoría como transfusión de sangre, agentes estimulantes de la eritropoyesis (AEE), entre otras alternativas.
La intención es elevar los niveles de hemoglobina lo más pronto posible, para que los pacientes puedan proseguir con los tratamientos requeridos para controlar y erradicar su afección. Sin embargo, cuando se trata de niveles bajos, pero no alarmantes es posible incrementar los glóbulos rojos naturalmente.
Ingerir alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12 es una táctica muy común para mejorar la producción de glóbulos rojos en la sangre. Algunas de los alimentos recomendados son:
- Verduras de hoja verde oscuro como espinacas, col rizada, col o acelgas.
- Frutas como ciruelas pasas, fresas, higos, kiwis, sandía, naranja, toronja.
- Frutos secos como albaricoques y melocotones secos, pasas, nueces, almendras.
- Frijoles, garbanzos, lentejas, judías.
- Carnes magras, pescados azules y moluscos.
- Pan, arroz, cereales y pasta enriquecidos.
- Cereales integrales como avena, centeno.
Conoce más sobre los Neutrófilos Bajos.