Un nuevo informe de la Comisión Europea sobre los avances en el logro de las metas para el desarrollo sostenible muestra que la región debe hacer un gran esfuerzo por acelerar el progreso si quiere alcanzar los objetivos. Para 64 metas, el ritmo de progreso global es demasiado lento para alcanzar la marca de 2030 y la región avanza en la dirección equivocada en 15 metas. Además, ni los efectos de la pandemia ni los de la guerra en Ucrania han sido reflejados.
Cuando nos encontramos a mitad del camino entre la adopción de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y su cumplimiento, la región paneuropea* está en camino de lograr solo 26 de las 169 metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), según el informe de la CEPE 2022 sobre el progreso de los ODS publicado hoy.
Para todas las demás metas medibles, la región debe acelerar el progreso o invertir las tendencias actuales para alcanzar sus ambiciones para 2030.
Siete años después de la adopción de los Objetivos, el tiempo empieza a agotarse para corregir el rumbo. El informe identifica las metas y los objetivos en los que se requiere una acción urgente para hacer realidad la Agenda 2030.
“El informe del año pasado debía ser una llamada de atención para que la región acelerara las medidas colectivas. Pero hoy, un año después, nuestro informe muestra que los avances han sido demasiado lentos: donde necesitábamos acelerar el progreso en 57 metas, ahora ha aumentado a 64; mientras que el año pasado teníamos nueve metas para las que necesitábamos invertir la tendencia, ahora tenemos 15”, comentó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para Europa (CEPE), Olga Algayerova.
“Con los efectos negativos de la pandemia de COVID-19 que todavía no se reflejan plenamente en los datos disponibles, y los efectos de la guerra en Ucrania aún por evaluar, el riesgo de que la región fracase en la Agenda 2030 nunca ha sido tan alto”, advirtió.
“Además, el 40% de las 169 metas no pueden ser medidas adecuadamente por las estadísticas oficiales. Esto es un recordatorio urgente de que estadísticas precisas y fiables no solo son la base de un buen análisis técnico, sino que son el fundamento de la elaboración de políticas basadas en hechos a todos los niveles”, concluyó.
Pobreza y desigualdad
Con la excepción de la pobreza extrema, que es poco frecuente en la región de la Comunidad Económica para Europa, los objetivos de reducción de la pobreza y la desigualdad de ingresos no están en vías de alcanzarse para 2030. Uno de cada cinco individuos experimenta pobreza multidimensional en toda la región (meta 1.2), y la desigualdad de ingresos (meta 10.2) está empeorando en muchos países.
Los avances regionales en materia de nutrición y suministro sostenible de alimentos han sido insuficientes. Los datos disponibles indican que la región debe invertir las tendencias para mantener un suministro de alimentos diverso (meta 2.5) y mejorar la productividad y la eficiencia agrícolas (meta 2.a).
La región está en vías de alcanzar las metas de mortalidad materna (meta 3.1) e infantil (meta 3.2) y de seguridad vial (meta 3.6). Todos los demás objetivos sanitarios requieren una aceleración.
La región está en camino de cumplir la meta 5.b sobre el uso de la tecnología para promover el empoderamiento de las mujeres, pero no los otros objetivos medibles de igualdad de género. Hay que acelerar los esfuerzos para reducir las disparidades entre mujeres y hombres en el hogar (meta 5.4) y en la esfera pública (meta 5.5).
Agua y energía
La región ha avanzado mucho en el acceso a servicios básicos como el agua potable (meta 6.1) y la energía (meta 7.1). Para garantizar la disponibilidad y sostenibilidad del agua y el saneamiento, la región debe acelerar los avances en materia de saneamiento (meta 6.2), calidad del agua (meta 6.3), eficiencia en el uso del agua (meta 6.4) y en cooperación internacional y gestión nacional de los recursos hídricos (meta 6.5).
La mayoría de los países han aumentado el uso de las energías renovables (meta 7.2) y han mejorado la eficiencia energética (meta 7.3), pero es necesario acelerar el ritmo para alcanzar los objetivos de 2030. Los avances en la reducción de las subvenciones a combustibles fósilesse han ralentizado (meta 12.c) y, a pesar de las perspectivas positivas anteriores, la región ya no está en vías de alcanzar el objetivo.
Clima y medio ambiente
Las perspectivas son positivas en cuanto a la contaminación marina (14.1) y la conservación (meta 14.5) y una pesca más regulada (meta 14.6). La región necesita actuar urgentemente para invertir las tendencias en torno a la deforestación (meta 15.5), la biodiversidad (meta 15.2), el turismo sostenible (meta 12.b) y las políticas de cambio climático (meta 13.2).
Las emisiones de gases de efecto invernadero en las economías en transición de la región siguen aumentando; entre los países desarrollados, las emisiones están disminuyendo, pero no lo suficientemente rápido como para cumplir los objetivos de 2030 (meta 13.2). En otras áreas críticas como la generación y el tratamiento de residuos, el uso sostenible de los recursos naturales y la conservación de los ecosistemas, la región debe acelerar el progreso.
Economía e industrialización
La mayoría de las metas relativas al trabajo decente y al crecimiento económico (meta 8) avanzan con demasiada lentitud, y los efectos de la pandemia —que ha afectado a casi todos los aspectos de la economía— aún no se reflejan en los datos disponibles para esta evaluación.
La parte positiva es que los cambios relacionados con la pandemia en la industria y el transporte pueden ayudar a impulsar a la región hacia una industrialización sostenible y limpia (metas 9.2 y 9.4).
El desarrollo de las infraestructuras (meta 9.1) está retrocediendo; se necesitan inversiones adicionales para invertir las tendencias actuales de aquí a 2030. Los datos recientes apuntan a un empeoramiento de la estabilidad financiera en la región (meta 10.5), lo que contribuye a la desigualdad entre países.
Paz y alianzas
La pandemia de COVID-19 ha demostrado la importancia de la cooperación internacionalen torno a la ciencia y la tecnología, y los avances en la región son importantes en este ámbito (meta 17.6).
Las repercusiones inmediatas de la pandemia se reflejan en los datos sobre el gasto público (16.6), la estabilidad económica mundial (meta 17.3) y la ayuda al desarrollo de los países en desarrollo (meta 17.2), que apuntan a regresiones preocupantes. Puede ser difícil para la región invertir estas tendencias mientras los países se enfrentan a los efectos duraderos de la pandemia.
Persistentes lagunas de datos
El informe también destaca la persistencia de lagunas de datos que impiden el progreso
El 40% de las metas no pueden medirse en la región debido a la insuficiencia de datos o a otros problemas de medición. La mayoría de las metas no medidas no tienen datos de suficientes países o años para una evaluación precisa a nivel regional. En total, se dispone de datos para seguir las tendencias a lo largo del tiempo en la región para 142 (57%) de los 247 indicadores de seguimiento global y para 105 (62%) de las 169 metas.
Los relatos proporcionados por las agencias (Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Asociación de Estadísticas para el Desarrollo en el Siglo XXI, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ONU Mujeres y Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y los equipos de las Naciones Unidas en los países (ONU Bosnia y Herzegovina, ONU Moldavia) que participan en el Grupo de Coordinación Regional de Datos y Estadísticas para Europa y Asia Central ayudan a colmar las deficiencias de información. Estas historias examinan más de cerca cómo se relacionan las diversas medidas que se toman a nivel regional y nacional con el desarrollo sostenible. La contribución de ONU Mujeres, por ejemplo, pone de relieve la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (Objetivo 5).
* La Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE) comprende 56 países de Europa, América del Norte y Asia Central.
Fuente: ONU