Plaquetas altas: ¿Qué significa?

Plaquetas altas: ¿Qué significa?

La presencia de niveles muy altos de plaquetas es conocida como trombocitosis, una afección que puede propiciar una coagulación o sangrado desmedido, todo depende del funcionamiento de las mismas. Sin embargo, es muy posible que no tenga signos, porque las plaquetas altas sólo se determinan cuando se realiza un recuento de plaquetas como parte de un examen de salud o por otra afección.

Las plaquetas o trombocitos, son fracciones diminutas de células esenciales para la coagulación normal de la sangre. Se originan de células de dimensiones considerables conocidas como megacariocitos, ubicadas en la médula ósea y posteriormente se liberan en la sangre para circular por ella.

Cada componente que interviene en el proceso de coagulación es vital, pues su activación en el momento adecuado y su buen desempeño permiten un proceso eficiente. Cuando la cantidad de plaquetas es insuficiente existe un mayor riesgo de sangrar de forma abundante o si tiene las plaquetas altas generalmente es consecuencia de una afección, siendo la razón inicial por la que se indica el conteo de plaquetas. 

Funcionamiento de las plaquetas

Las plaquetas son glóbulos diminutos encargados de formar coágulos que reparan lesiones e interrumpen el sangrado. Si uno de sus vasos sanguíneos sufre un daño, envía señales a las plaquetas que se movilizan al sitio para repararlo. Las plaquetas ayudan a suspender una hemorragia y reparar una lesión, funcionando de las siguientes maneras:

  1. Adhiriéndose al sitio de la lesión.
  2. Agrupándose con otras plaquetas.
  3. Liberando compuestos químicos que estimulan la agregación de otras plaquetas.

Estos tres pasos dan como resultado la formación de un tapón plaquetario en el sitio de la lesión, un proceso que se denomina hemostasia primaria. Simultáneamente las plaquetas activas sirven de apoyo a la llamada cascada de la coagulación, una serie de pasos que implica la activación paulatina de proteínas que reciben el nombre de factores de coagulación.

Plaquetas altas: ¿Qué significa?

Este proceso permite la formación de hebras de fibrina que se entrelazan a través del tapón plaquetario suelto, formando una red que da origen a un coágulo que permanece en su lugar hasta que la lesión haya sanado. Al momento que el coágulo no es necesario, otros factores lo descomponen y lo eliminan.

Las plaquetas tienen una duración en el torrente de sangre de unos ocho a diez días, así que la médula ósea debe elaborar continuamente plaquetas para reemplazar las que se degradan, se agotan o se desperdician por un sangrado. Determinar la cantidad de plaquetas en sangre mediante un análisis puede ayudar a diagnosticar una variedad de trastornos, que en general tienen que ver con el exceso o las deficiencias de las mismas.

Plaquetas altas o trombocitosis

Cuando la médula ósea produce un número elevado de trombocitos, sobrepasando los 450.000 por microlitro ocurre una trombocitosis. Esto suele ocurrir como una reacción a ciertas afecciones o condiciones y no como una enfermedad por sí misma, por lo que no muestra sintomatología, salvo aquella que provoca la enfermedad subyacente. Sin embargo, ciertos casos pueden generar cefalea, fatiga, dolor en el pecho, etc.

Tipos de trombocitosis

De acuerdo a la causa que la origina existen dos formas de la condición: trombocitosis reactiva o secundaria y trombocitosis esencial o primaria:

Esencial o primaria

Es ocasionada por trastornos sanguíneos. Aunque su causa no es totalmente clara, se considera que está relacionada con algunas variaciones genéticas. Es la respuesta a afecciones como: neoplasias mieloproliferativas, mielofibrosis primaria, leucemia mieloide crónica, etc. También involucra a ciertos trastornos de la médula ósea, como: leucemia mielomonocítica crónica, mielodisplasia y síndromes de superposición.  

Reactiva o secundaria

Es la respuesta a ciertos trastornos de salud existentes en el organismo, siendo la más frecuente en los individuos. Esta suele reflejarse en pacientes con: sangrado agudo, cáncer, infecciones, carencia de hierro, extirpación del bazo, anemia hemolítica, intervenciones quirúrgicas, traumatismos, enfermedades de tipo inflamatorio como la artritis reumatoide, la sarcoidosis, etc.

Tratamiento

Es importante destacar que el tratamiento de este trastorno depende exclusivamente de la condición que la origina y que generalmente al ser controlada permite que los niveles elevados de plaquetas vuelvan a la normalidad. No obstante, el especialista decidirá a qué procedimientos o qué medicamentos son los apropiados para cada individuo, luego de los estudios necesarios.

Recuento de plaquetas

Este análisis permite precisar la cantidad de plaquetas en una muestra de sangre, generalmente indicado por el médico tratante como parte de un examen general de salud o para detectar, diagnosticar y controlar afecciones que influyen sobre la cantidad de plaquetas, como los desórdenes hemorrágicos, de médula ósea u otra condición subyacente.

Generalmente se debe realizar esta prueba como parte de un hemograma completo de rutina (CBC), cuando se tienen episodios de hemorragia prolongada e inexplicable u otros síntomas que pueden ser originados por un desequilibrio plaquetario. Se analiza una muestra de sangre extraída de una vena del brazo o por punción. En el caso de niños y adultos, en el dedo, y cuando se trata de pacientes recién nacidos, en el talón.

Generalmente la cantidad normal de plaquetas en la sangre varía entre 150.000 y 450.000 por microlitro (μl), valores por encima o por debajo de estos se relacionan con alguna dolencia. Es un análisis para el que no necesita preparación previa. Un profesional de la salud puede requerir un conteo de plaquetas específicamente para:

  • Detectar o diagnosticar diversas enfermedades y afecciones que pueden causar inconvenientes en la formación de coágulos de sangre.
  • Como parte del estudio de un trastorno hemorrágico, enfermedad de la médula ósea o trastorno de coagulación excesiva, por nombrar solo algunos.
  • Como herramienta de control si tiene una afección subyacente, está siendo tratado por un trastorno plaquetario o está en terapia con medicamentos que se sabe, pueden afectar peligrosamente las plaquetas.

Es algo frecuente realizar un recuento de plaquetas junto con otras pruebas que evalúan la coagulación, como PT y PTT. También se puede hacer un frotis de sangre de seguimiento para examinar las plaquetas con un microscopio, lo que permitiría confirmar si las plaquetas podrían ser realmente bajas en número o si se han agrupado. Además de evaluar su apariencia con respecto al tamaño y la granularidad. 

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