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Digitalización en el deporte: ¿hasta qué punto será científica en el futuro?

Cuando se inventó el deporte, temas como la digitalización no eran ni remotamente concebibles. Muy sigilosamente, esta industria también ha cambiado mucho en el transcurso de los últimos años y décadas. Ya se trate de ayudas de control para los árbitros, apuestas deportivas digitales u otros cambios. El final de la línea en términos de cambio digital está todavía muy lejos. 

¿Qué significará esto para el deporte en el futuro? ¿Qué optimizaciones se han implantado ya, qué podemos esperar todavía en el futuro?

El mercado de las apuestas, compañero inseparable de los grandes acontecimientos deportivos

Para aumentar la emoción y, por supuesto, siempre con la esperanza de ganar, la gente se inclina por hacer apuestas deportivas en torneos importantes (y menores). Esto no es nuevo, las apuestas existen desde hace muchos cientos de años. Pero la forma de apostar ha cambiado. 

En lugar de las oficinas de apuestas en el hipódromo, ahora la gente hace sus apuestas digitalmente. Para ello basta con el smartphone, ya que la mayoría de los proveedores de apuestas hace tiempo que han desarrollado una aplicación o un sitio web móvil para sus clientes. Esto supone una ventaja para aquellos clientes que no se encuentran directamente en el lugar del evento. 

Entretanto, las casas de apuestas no sólo ofrecen apuestas sobre acontecimientos en su propia región. Gracias a los canales de transmisión digital, también es posible apostar en ligas internacionales y estar presente en el acontecimiento deportivo vía streaming.

Batalla por la transmisión: las posibilidades digitales exigen conceptos

El deporte no es sólo una ocupación para la sociedad, sino también un factor económico. Hay tanto interés comercial por parte de los medios de comunicación como por parte de los equipos y las asociaciones deportivas. Así, en los últimos años se han producido muchas fusiones sinérgicas y los derechos de retransmisión han pertenecido a menudo al mismo radiodifusor durante años. 

Sin embargo, el mercado está cambiando con la creciente difusión de los servicios de streaming. Muchos aficionados ya no quieren ver los grandes acontecimientos deportivos en la televisión lineal, sino de forma flexible y móvil a través de los servicios de streaming. Esto significa que también aquí hay que crear nuevas sinergias. Ya no son solo los organismos públicos de radiodifusión los que tienen interés en la retransmisión. 

En el sector privado (cadenas de televisión, pero sobre todo servicios de streaming), el interés está aumentando masivamente. Los proveedores de televisión de pago, que ofrecen sus opciones de transmisión por televisión, pero también cómodamente vía streaming, están demostrando ser dominantes. En última instancia, la digitalización también cambiará más la forma de transmisión en el futuro. 

Hasta ahora, las cadenas europeas aún pueden permitirse los derechos, pero eso podría cambiar. Si aumenta la demanda de servicios de streaming, puede que ya no tenga sentido que las cadenas públicas gasten millones en derechos de emisión. Una posible solución sería que la ÖRR en Europa se apoyara más en los canales de transmisión digital. En muchos países, los radiodifusores ya disponen de mediatecas e incluso de emisiones en directo. 

El objetivo es evitar que los telespectadores se marchen por falta de flexibilidad. En el Mundial de Qatar, la cooperación sinérgica entre los servicios de streaming de televisión de pago y la televisión tradicional fue evidente en algunos países. Por ejemplo, los partidos menos emocionantes no se emitieron en la ÖRR, sino que sólo se pudieron ver por streaming.

Más seguridad en el juego gracias a la digitalización: el fútbol se beneficia desde hace tiempo

Hay acontecimientos deportivos legendarios en los que el resultado se debe a un error humano. Los árbitros y jueces de línea tienen un trabajo duro. Si cometen un error, puede cambiar todo el partido. En este ámbito, la tecnologización del deporte ha supuesto una mejora significativa de la seguridad. 

Aunque las posibilidades digitales, como las pruebas de vídeo, fueron vistas con ojos críticos al principio, su existencia supone un gran enriquecimiento para el deporte. Con la ayuda de la tecnología de las cámaras, es posible consultar pruebas que no pueden falsificarse en situaciones controvertidas. Esto beneficia a los deportistas, por un lado, y a los aficionados, por otro. 

La idea de que se cometió un error en el partido entre Alemania e Inglaterra en el legendario estadio de Wembley ha atormentado a muchos aficionados al fútbol durante décadas. Estos problemas pueden evitarse gracias a la digitalización, ya que cada situación se capta y puede analizarse con claridad. Es de esperar que estas tecnologías se generalicen aún más. 

Hasta ahora, sigue habiendo ámbitos individuales en los que se requieren sobre todo decisiones humanas. Cabe suponer que, en el futuro, una tecnología aún más avanzada permitirá captar cada milímetro y cada segundo del juego. Incluso será posible poner estos datos a disposición de los espectadores, que podrán formarse su propia opinión. 

La idea de la inteligencia artificial es especialmente apasionante en este ámbito. Es concebible que en el futuro puedan ser corresponsables de la evaluación. De este modo, la IA puede filtrar las situaciones polémicas correspondientes y ponerlas a disposición de un controlador humano. Esto facilita el trabajo a los examinadores analógicos y promete un resultado aún más seguro y rápido.

La composición de los equipos en función de las estadísticas digitales

De cara al futuro, resulta evidente que tanto el propio juego como los jugadores se procesan cada vez más como estadísticas. En los entrenamientos, hace tiempo que es práctica habitual el seguimiento y análisis de la frecuencia cardíaca y otros datos médicos durante la práctica deportiva. En el futuro, los sistemas de IA podrían aportar muchos más conocimientos en este ámbito. 

Por ejemplo, combinando IA e IA, es posible captar el estado de ánimo de un jugador y hacer así predicciones sobre la intensidad con la que jugará en la próxima temporada. Para los entrenadores, el análisis permanente abre todo un mundo nuevo. Ya no tienen que ver entrenar al jugador, sino evaluar las estadísticas en el monitor. 

A partir de ellas, es posible comparar los puntos fuertes y débiles de cada participante y formar un equipo que funcione bien. El corredor fuerte necesita un buen defensa como compañero, el portero débil necesita una defensa fuerte. Así, la composición de los equipos podría funcionar en el futuro a niveles completamente nuevos.

La digitalización del deporte aún no ha llegado a su fin

Aunque hoy en día numerosos ámbitos del deporte ya funcionan digitalmente, cabe esperar una evolución permanente. La llegada de la inteligencia artificial a la corriente dominante contribuirá en gran medida a introducir cambios también en este ámbito. 

Los equipos grandes (y financieramente fuertes) están dispuestos a mejorar con la ayuda de la tecnología. Podría ser difícil para los equipos financieramente más débiles, porque el uso de nuevas posibilidades cuesta dinero. Queda por ver si en algún momento habrá una clara “ventaja de pago”.

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