La cápsula Dragon que transportaba a Bob Behnken y Doug Hurley aterrizó de manera segura en el Golfo de México el domingo después de una estancia de dos meses en el espacio. El primer vuelo tripulado de SpaceX, la puesta en marcha de Elon Musk, en nombre de la NASA, es un éxito.
Misión exitosa. El domingo, dos astronautas estadounidenses regresaron sanos y salvos a la Tierra a bordo de una cápsula SpaceX después de dos meses en el espacio, el primero que allana el camino para vuelos tripulados regulares con este nuevo vehículo espacial para la NASA.
En menos de una hora, a bordo del Dragon de SpaceX, Bob Behnken y Doug Hurley pasaron de una velocidad de 28,000 km / h en órbita a una velocidad de 24 km / h en el momento del aterrizaje, cuatro paracaídas grandes habiendo abierto como se esperaba después de la abrasadora reentrada atmosférica. Aterrizaron en Pensacola, en el Golfo de México, un sitio elegido para evitar una tormenta tropical en el área.
“Bienvenido a la Tierra, y gracias por volar en SpaceX”, anunció el director de vuelo a los astronautas, quienes están bien y respondieron. “Fue un honor y un privilegio”, dijo Doug Hurley.
El exitoso viaje de ida y vuelta a la Estación Espacial Internacional (ISS) pone fin al monopolio ruso sobre el acceso a la ISS ya que los estadounidenses estacionaron sus transbordadores espaciales en julio de 2011. La NASA utilizará la cápsula Dragón dos veces al año para enviar a cuatro astronautas a la vez.
La misión puede parecer un paso modesto en la exploración espacial: “Bob” y “Doug” no fueron a la luna ni a Marte, solo a la antigua estación espacial, a 400 km de la Tierra, donde rusos y estadounidenses y otros han estado yendo y viniendo desde 1998.
Una revolución
La NASA ve como una “revolución” esta misión, porque SpaceX le dará a los Estados Unidos acceso al espacio, menos costoso que sus programas anteriores. Por tres mil millones otorgados desde 2011 bajo un contrato de precio fijo, SpaceX ha desarrollado completamente un nuevo taxi espacial y prometió seis viajes de ida y vuelta a la ISS. Anteriormente, la agencia espacial ordenó un vehículo específico a los gigantes de la industria y asumió todos los excesos presupuestarios.
Al hacerlo, el ex-start-up de Elon Musk venció a Boeing, cuya cápsula Starliner, desarrollada con el mismo propósito, perdió un vuelo de prueba vacío el año pasado y no estará listo hasta 2021 en más temprano.