El VCM o volumen corpuscular medio es un análisis que permite determinar las dimensiones de los hematíes o glóbulos rojos (GR), cuyo componente principal es la hemoglobina encargada de trasladar el oxígeno a todos los tejidos del organismo para que estos puedan desarrollarse y mantenerse con vida y salud.
Conocer el tamaño de los glóbulos rojos o eritrocitos permite determinar si existe alguna afección, trastorno o carencia en la sangre y una posible falta de oxígeno en el organismo, lo que desencadenaría peligrosos riesgos para la salud. Realizar el VCM brinda información vital referente al presunto origen de una dolencia, siendo muy útil cuando se trata de la anemia.
Es parte del denominado Hemograma completo con fórmula leucocitaria o conteo sanguíneo completo (CSC), una prueba que suele ser rutinaria e indicada por los médicos tratantes con frecuencia para verificar los distintos niveles de los componentes sanguíneos, entre esos los eritrocitos o GR obviamente y además para supervisar algunos trastornos de salud, sobre todo hematológicos.
Rango de referencia del VCM
El volumen corpuscular medio (VCM) es el volumen medio o el tamaño promedio de los hematíes en una determinada muestra de sangre y su valor puede descender o incrementarse de acuerdo a las dimensiones de ellos. Si el VCM es bajo es porque el tamaño de los GR es pequeño y se reseña como microcítico, por el contrario, si el valor es alto, los GR son grandes y se indica como macrocítico.
El volumen corpuscular medio que se considera normal, es decir entre los límites apropiados, se le conoce como normocítico y en general oscila entre los 88 y 100 femtolitros por hematíe (fL). Cuando se presentan niveles elevados, puede tener su origen en diversos aspectos y en algunos casos este valor no se mantiene así permanentemente.
Algunas causas incluyen la carencia de cobalamina y folacina, las afecciones hepáticas, hipotiroidismo y el consumo excesivo y frecuente de alcohol, entre otras. Por otro lado, los niveles bajos del volumen corpuscular medio (VCM) pueden tener su origen en afecciones como la anemia por insuficiente hierro, talasemia, etc.
Los valores de VCM altos o bajos pueden develar algunas afecciones, pero no necesariamente esto es siempre así. Si los niveles no están en los parámetros normales, también puede relacionarse a otras situaciones o condiciones que no requieren tratamiento médico, por ejemplo: la cantidad e intensidad de actividades en su rutina diaria, la alimentación, la menstruación o la ingesta de ciertos fármacos, etc.
El valor de referencia del VCM puede cambiar ligeramente de un laboratorio a otro, sin embargo, el más frecuente oscila entre 80-100 fL. Estos cambios están asociados a los promedios poblacionales que varían dependiendo de la ubicación geográfica a lo largo del tiempo, lo que amerita que los laboratorios realicen cambios en sus valores relacionados con esa determinada población.
Por otro lado, influyen los métodos de medición que se emplean, pues entre los equipos utilizados en los laboratorios los datos emitidos varían. No obstante, las variaciones son mínimas por lo menos en el mismo territorio. El VCM puede verse afectado por la edad del individuo más no por el sexo, diferente de otros componentes sanguíneos que se incluyen en un hemograma, que se alteran en presencia de las hormonas.
Los analizadores automáticos cuantifican con precisión y confiabilidad los parámetros hematológicos requeridos, por ejemplo, el conteo celular de hematíes, leucocitos, concentración de hemoglobina, el volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media y la concentración de hemoglobina corpuscular media.
Estos robots permiten disminuir la cantidad de fórmulas que se llevan a cabo de forma manual en el laboratorio, pero, es innegable que la presencia y atención del ojo del especialista siempre será necesaria para descubrir y detectar las alteraciones presentes en una muestra de sangre.
Es importante acotar que el VCM no es una prueba que se realice en solitario, pues los médicos siempre solicitan todos los valores que se analizan en el hemograma, ya que estos parámetros deben ser evaluados en conjunto, incluyendo además la historia clínica del paciente para llevar a cabo un diagnóstico confiable.
¿Cuándo realizar un examen de sangre de VCM?
Es muy frecuente que el médico tratante indique un conteo sanguíneo completo como una evaluación rutinaria anualmente, esto con la intención de verificar los diferentes componentes sanguíneos y sus valores, por ejemplo, verificar los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, urea, entre otros.
No obstante, si un individuo presenta algún tipo de signo o malestar frecuente que genera alarma y dudas, es muy posible que el profesional de la salud ordene un hemograma completo, que obligatoriamente incluye la prueba de sangre de volumen corpuscular medio. Esta sintomatología puede incluir entre otras cosas:
- Fatiga y cansancio.
- Hematomas o moretones.
- Hemorragia o sangrado repentino y poco común.
- Frío intenso y constante en las manos y/o pies.
- Cambio de coloración en la piel, se aprecia muy pálida.
¿Cómo realizan la prueba?
Requiere de una muestra de sangre del individuo, que posteriormente será analizada. Para esto una persona especializada en esta área obtiene una porción de sangre con una aguja pequeña, que será insertada en una vena del brazo. La sangre extraída se almacena en un tubo de ensayo y se analiza en el laboratorio.
Este proceso es bastante corto, dura menos de cinco minutos. No obstante, requiere de una preparación previa, pues es muy frecuente que su médico le ordene no consumir bebidas o alimentos algunas horas previas al mismo. Es importante tener muy claro cuáles son los pasos a seguir indicados por el médico antes del examen.
Las pruebas para determinar el VCM no implican mayores riesgos, salvo la molestia que produce el insertar y extraer la aguja o algún pequeño hematoma en el lugar del pinchazo, no deberían existir otros signos que perduren y sean peligrosos. Por supuesto, siempre y cuando las muestras sean tomadas por personal calificado para tal tarea.
No obstante, en casos muy particulares pueden presentarse algunas situaciones molestas cuando se realiza la extracción de sangre, por ejemplo:
- Sangrado desmedido y fuera de lo normal.
- Mareo y fatiga.
- Pérdida del conocimiento.
- Varias punciones cuando no se ubica con exactitud la vena.
- Hematoma debido a la acumulación de sangre.
- Infección por la ruptura de la piel, aunque esto es muy poco usual.
De acuerdo a los resultados del conteo sanguíneo completo (CSC), en especial de VCM, tu médico puede indicar otros análisis de los glóbulos rojos. Por ejemplo, un recuento de eritrocitos y medición de hemoglobina. Esto generalmente con el objetivo de diagnosticar ciertas dolencias y sus posibles causas.
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