Los 10 mandamientos de la Iglesia Católica: cuáles son y qué significan

Los 10 mandamientos de la Iglesia Católica: ¿cuáles son y qué significan?

Los 10 Mandamientos son una serie de mandatos religiosos y morales que se reconocen como la base de los principios en varias de las religiones abrahamicas, incluyendo al catolicismo. Como se narra en los libros del Antiguo Testamento Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6–21, los Mandamientos están adjuntos a una alianza ofrecida por Dios a los israelitas para liberarlos de la esclavitud espiritual del pecado. 

El escenario en el que Dios les dio los 10 Mandamientos a Moisés y los hijos de Israel se describe en la Biblia. El Sinaí estaba en llamas, envuelto en un humo espeso, la tierra tembló, rugió el trueno, un relámpago brilló, y en el ruido de los elementos furiosos que lo cubrían, se oyó la voz de Dios que pronunciaba los mandamientos (Ex. 19: 1 y siguientes).

Entonces el Señor mismo inscribió las “Diez Palabras” en dos tablas de piedra, las “Tablas del Testimonio” (Éxodo 24:12; 31:18; 32:16) o las ” Tablas del Pacto ” (Deuteronomio 9: 9; 11:15), y se los dio a Moisés. En este post dejaremos constancia de estos mandamientos, para que conozcas su significado.

Los 10 mandamientos y su significado

Los 10 mandamientos según el Catecismo de la Iglesia Católica, son los siguientes:

1 – Amarás a Dios sobre todas las cosas

Según la doctrina de la iglesia católica significa que sólo se puede rendir culto a Dios porque es uno, prohibiendo explícitamente la idolatría y la adoración a “‘demonios, el poder, el placer, la raza, el Estado (y) el dinero”. Según la Iglesia Católica este mandamiento está asociado a las tres Virtudes Teologales: la fe, la esperanza y la caridad.

Los 10 mandamientos de la Iglesia Católica: cuáles son y qué significan

El Catecismo enumera violaciones específicas de este mandamiento, incluidas la superstición, el politeísmo, el sacrilegio, el ateísmo y todas las prácticas de magia y hechicería. Además prohíbe la astrología, la lectura de la palma de la mano y la consulta de horóscopos o médiums.

2 – No tomarás el nombre de Dios en vano

La intención presente en este mandamiento está señalada en el Padre Nuestro, que enuncia: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. El Papa Benedicto XVI explica que esto significa que al nombre sagrado se le podría dar mal uso y que la alusión de Jesús de “santificado sea tu nombre” es un ruego por la santificación del nombre de Dios, para “proteger el maravilloso misterio de su accesibilidad a nosotros y constantemente afirmar su verdadera identidad en contraposición a nuestra distorsión de ella”.

El Catecismo de la Iglesia Católica autoriza que se utilice el nombre de Dios cuando este se jura solemnemente ante una autoridad legítimamente constituida. Y evitar utilizar al mentir jurando en nombre de Dios, invocar a Dios con intenciones mágicas o manifestar palabras de odio o desafío contra el creador ya que todo esto es considerado pecado de blasfemia.

3 – Santificarás las fiestas

Si bien muchos cristianos continúan con la práctica judía de respetar el “Sabbat” el día sábado, la mayoría de los cristianos, incluyendo los católicos, consideran el domingo como un día especial que es llamado “El día del Señor”. Esto es en atributo de Jesús cuando resucitó el primer día de la semana.

El Catecismo de la Iglesia Católica argumenta que para celebrar el Día del Señor se debe asistir a misa los domingos y los días santos de obligación. Manteniendo esta religión en base a esos principios.

4 – Honrarás a tu padre y a tu madre

Este mandamiento busca afianzar las relaciones entre las distintas generaciones, haciendo evidente la relación entre el desarrollo familiar y la rigidez social dejando claro que la familia es “querida y protegida por Dios” (Benedicto XVI).

En el cuarto mandamiento queda establecido que los padres requieren el respeto y obediencia de sus hijos, en muestra de gratitud y el soporte tanto financiero como moral cuando lleguen a ser ancianos. De la misma manera los padres están obligados a respetar a sus hijos, a brindarles educación y disciplina en cuanto a las reglas morales y espirituales que debe acatar un buen católico, orientandolos y corrigiendolos cuando sea necesario.

5 – No matarás

El quinto mandamiento se basa en la doctrina católica de la santidad de la vida que sostiene que es un don de Dios y solo Él puede quitarla cuando lo considere conveniente. De acuerdo con el quinto mandamiento, la Iglesia Católica participa activamente en los debates públicos sobre el aborto, la pena de muerte, la eutanasia y alienta a sus creyentes a apoyar leyes y políticas descritas como pro vida.

6 – No cometerás actos impuros

La Iglesia Católica reconoce la naturaleza sexual que tienen los seres humanos y que trasciende el cuerpo físico afectando de la misma manera tanto la mente como el espíritu. Los sexos están destinados por mandato de Dios a ser diferentes y a complementarse, ambos con igual importancia y hechos a imagen y semejanza del creador.

Siempre que las relaciones sexuales se mantengan dentro de un matrimonio legítimamente constituido entre un hombre y una mujer serán consideradas sagradas. Para el Catecismo de la Iglesia Católica, el deseo sexual desenfrenado, la masturbación, las relaciones sexuales extramaritales, la prostitución, la pornografía, la violación y el incesto, son pecados que atentan contra la castidad 

7 – No robarás

El Catecismo de la Iglesia Católica sostiene que este mandamiento controla los bienes materiales y niega el apropiarse indebidamente, usurpar, usar o dañar bienes ajenos, contra la propia voluntad del propietario.

Es obligación moral de quienes poseen bienes materiales considerar el bien común de toda la sociedad al hacer uso de estos. Igualmente el Catecismo considera pecado el maltrato a los animales y a la naturaleza ya que estos forman parte del plan divino contenido en la creación. 

8 – No darás falsos testimonios ni mentirás

La Iglesia enseña que “dado que Dios es el Verdadero (Romanos 3: 4)”, los miembros de su pueblo están llamados a vivir en la verdad y a ser testigos de la verdad plenamente revelada y manifestada por Jesús.

Por tanto, las violaciones y los delitos contra la verdad son pecados y tienen diferentes grados de gravedad, dependiendo con qué intención se cometió la falta y el daño que causó. Son violaciones al octavo mandamiento el falso testimonio y el perjurio, el juicio imprudente, la malicia, la calumnia, la adulación y la mentira.

9 – No consentirás pensamientos ni deseos impuros

Jesús enfatizó el requerimiento de pensamientos puros, así como acciones puras. Afirmó que el solo hecho de mirar a una mujer con lujuria ya es considerado un pecado. El Catecismo afirma que, con la ayuda de la gracia de Dios, los hombres y las mujeres deben vencer la lujuria y otros deseos de la carne, como sería el de cometer adulterio.

10 – No codiciarás los bienes ajenos

Este mandamiento busca inculcar en el católico el desapego a los bienes materiales ya que es una condición indispensable para tener acceso al reino de los cielos. Por tanto, la codicia está prohibida por el décimo mandamiento.

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