A lo largo del tiempo se han desarrollado muchísimos métodos para aprender idiomas. Por su parte, el uso de la música en ámbitos que no son musicales ha demostrado tener grandes beneficios. Tras varias investigaciones, se ha determinado que puede existir un gran vínculo entre el uso de las canciones y el dominio de un segundo idioma. Te explicamos los beneficios que puede tener la música usada correctamente para aprender una nueva lengua.
Beneficios de la música en el aprendizaje de un nuevo idioma
Bien se conoce que utilizar canciones en el ámbito educativo arroja grandes resultados en los alumnos. Si nos centramos en el aprendizaje de idiomas, también se puede hablar de muchísimas ventajas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Ayuda a mejorar la gramática del nuevo idioma. Dado que para aprender la letra de una canción en un idioma que no es el materno se debe leer la misma en repetidas ocasiones, esto favorecerá que el alumno se quede mejor con las nuevas palabras y su orden en las frases.
- Facilita el aprendizaje de una pronunciación correcta. Sin duda la mejora de la fonética es una de las ventajas que más rápido se aprecian.
- Fomenta la interacción entre alumnos debido a que la música, en general, ayuda a crear un ambiente distendido.
- Permite aprender vocabulario nuevo en un contexto mucho más entretenido que el de las hojas de los libros.
- Ayuda a memorizar mejor los textos.
- Aprender una canción completa en un nuevo idioma hará que el alumno lo sienta como un gran logro, aumentando su motivación.
- Usar la música para aprender un idioma también tiene un beneficio cultural: le ayuda al alumno a conocer más sobre el país o países en los que se habla el nuevo idioma.
- Del mismo modo, asociar canciones con idiomas le dará a los alumnos la posibilidad de descubrir la variedad y belleza de otras lenguas que no sean la materna.
- Todo lo anterior causará una sensación de bienestar en los estudiantes que favorecerá el mantener un gran interés por el idioma.
Por todos los beneficios mencionados, sin duda la música puede ser una gran aliada para aprender inglés y adquirir fluidez. Esto, por supuesto, siempre que vaya de la mano de otros apoyos y herramientas.
Elegir la canción perfecta para aprender un idioma
Como se ha visto, el empleo de la música en el aprendizaje de un segundo idioma trae grandes ventajas más allá de ser algo divertido en las aulas.
Sin embargo, es posible que no toda la música ayude a este cometido o no lo haga con la eficacia que debiera. Para que así sea, es importante tener en consideración ciertos aspectos a la hora de elegir la música adecuada que ayude en el aprendizaje del idioma.
Entre dichos aspectos están:
- El nivel del idioma de los alumnos.
- El tempo de la canción.
- Vocabulario empleado en la letra y el orden de las palabras.
- Uso de metáforas. Si son muy complejas puede perjudicar el entendimiento.
- Claridad con la que se pronuncia y se vocaliza.
- Las repeticiones.
- El género musical. La clasificación y elección del mismo ayudará a los profesores a enfocar mejor sus lecciones.
- El lenguaje de las canciones. Este debe estar orientado hacia el objetivo a lograr. Por ejemplo, si lo que se pretende es aprender inglés para negocios, lo ideal es usar canciones con un lenguaje formal. Del mismo modo, hay que encajar el nivel del lenguaje de la canción con el nivel de idioma de los alumnos.
Cómo emplear la música en las lecciones de idiomas
Una vez se ha elegido la música perfecta para el aprendizaje del idioma, lo ideal es seguir unas pautas para facilitar la asimilación del mismo.
La primera etapa consistiría en escuchar las canciones varias veces, mientras que mentalmente se va leyendo la letra. Luego se pasa al habla rítmica. Esto es leer la letra intentando darle la entonación y el ritmo correcto, pero sin llegar a cantarla. Posteriormente, se pasaría al canto de la canción.
Sin embargo, en algunos casos esto no es lo adecuado, pues los alumnos se muestran muy reticentes a cantar en clase y prefieren hablar.
En esas situaciones también se empleará la música, pero de otras formas. Por ejemplo, se puede usar la composición de canciones y letras originales o la lectura de letras de canciones reales a modo de conversación. Lo importante siempre será encontrar el método que mejor se adapte a los alumnos.
Está demostrado a nivel científico que la música es una de las actividades que estimulan más partes del cerebro simultáneamente. Por ello, es posible afirmar que, con las canciones, se mejoran ciertas cualidades que pueden facilitar el aprendizaje de un nuevo idioma. La memoria, el entendimiento del mensaje o el ritmo del lenguaje son algunas de esas cualidades. Y está claro que, con música, todo funciona mejor. Así que, ¿a qué esperas para empezar a aprender un nuevo lenguaje a base de canciones?
Redacción: Laura Morales